Un toro negro derriba al
caballista tras cornear al equino en el momento de la reunión en los Mesones
La suerte le ha sido
contraria hoy al veterano Juan Pedro Lliso que ha sido derribado de su
cabalgadura tras arrancarse un toro negro de Germán Vidal y propiciar una
cornada a su montura en el momento de la reunión en la Plaza de Los Mesones,
nada más iniciarse esta segunda Entrada a la que ha asistido numeroso público.
Juan Pedro Lliso sabedor de
la gravedad del momento ha tratado de mantenerse sobre la montura pero ha sido
imposible pues el pánico ya se había apoderado del caballo que ha acabado derribándolo
contra el suelo desde una altura de casi dos metros sin que afortunadamente
haya tenido consecuencias graves para el caballista.
Tras los primeros momentos
de desconcierto, el caballo herido se ha ido suelto hasta la altura del
Seminario donde finalmente ha podido ser sujetado, los jinetes han conseguido
devolver el toro a la manada y agruparlos protagonizando una carrera rápida con estampas
taurinas como las que acostumbra Plácido
Mínguez alzando la grupa de su cabalgadura en la delantera de la torada a su
paso por la calle Colón.
Hoy los jinetes no han
podido hacer más de lo que han hecho, que no ha sido poco, y a pesar de los
percances han conseguido transmitir seguridad a la barrera humana que se agolpa
a lo largo de todo el recorrido.
Los toros de Germán Vidal,
coloraos y negros, han sido hoy un poco más protagonistas que sus guías, y es
que el riesgo en Las Entradas no es baladí como pretenden algunos.
A estas horas el caballo de
Juan Pedro Lliso tras recibir las primeras curas del veterinario permanece en
observación por si necesita intervención quirúrgica. Desearíamos que no la
necesitara y que jinete y caballo salgan pronto de este fatídico trance. Ánimo
Juan Pedro. RV
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